La investigación tenía su inicio el pasado mes de enero tras recibirse una denuncia en el Puesto de la Guardia Civil de Boadilla del Monte, donde se ponía en conocimiento de la Benemérita, un hurto en el interior de una perfumería de la localidad, ascendiendo el total de lo sustraído a más de 1.200 euros.
Por parte de los agentes se iniciaban las oportunas labores de investigación, procediendo a realizar un cruce de información con otras Unidades de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, localizando otros hechos similares.
Gracias a los visionados de las cintas de seguridad de los establecimientos, se lograba averiguar que el grupo estaba conformado por cuatro personas, dos varones y dos mujeres, siendo los primeros los encargados de establecer una vigilancia en la zona exterior del establecimiento y las mujeres las encargadas de acceder al mismo, y mientras una entretenía a las empleadas la otra hurtaba los perfumes.
A finales del pasado mes de febrero, las empleadas de una de las tiendas afectadas, lograban aportar datos sobre un posible vehículo donde pudieron emprender la huída los autores del hurto, iniciándose con estos datos las correspondientes labores para intentar identificar al propietario del mismo.
Poco después resultaba identificado un varón de 42 años de edad con domicilio en la localidad de Colmenar Viejo, estableciéndose las oportunas vigilancias sobre esta persona.
Fruto de las mismas, se pudo conocer que este grupo estaba integrado por una mujer de 36 años de edad y esposa del anterior, el hijo de ambos menor de edad y que también les acompañaba haciendo labores de seguridad o entreteniendo a las dependientes y la hermana del primero, de 35 años de edad.
Todos ellos han sido detenidos, interviniendo los Agentes además un bolso preparado para ocultar los efectos y burlar las alarmas de seguridad y varios efectos de los que no pudieron acreditar su lícita procedencia.
Las apariencias engañan
Las ahora detenidas, accedían al interior de los establecimientos muy arregladas, utilizando la encargada de entretener a las dependientas diversas artimañas, generalmente que le mostrara productos muy caros que iba a comprar, mientras su acompañante simulaba mirar, aprovechando la distracción de la dependienta para ocultar en el bolso con doble fondo el mayor número de productos posibles.
Generalmente las dos abandonaban el local sin realizar ninguna compra. Mientras el primer detenido, realizaba las labores de vigilancia, manteniendo el vehículo en una zona próxima, pero bien aparcado, para huir del lugar lo más rápido posible.