La instalación salió a subasta a principios de años instada por el fondo de inversión que compró a Caixabank la deuda que los propietarios habían contraído con el banco. Algo más de 3 millones de euros que no pudieron pagar, así que el fondo pidió la ejecución de la garantía.
En la puja judicial, la cadena británica ofreció 4,39 millones de euros por la instalación, que estaba tasada en 12 millones de euros. Ante la falta de una oferta mejor, el juez finalmente ha aceptado la de David Lloyd.
Ahora, la firma especializada en gimnasios de lujo deberá hacer una importante inversión para poner en valor la instalación y adecuarla a sus estándares de calidad.