Mascotas

Los piensos para perros: por qué tanta variedad y clases

Probablemente más de una vez se haya preguntado por qué existen tantos tipos de pienso para perros. ¿Está realmente justificado que existan pienso para cachorros, ancianos, razas grandes, medianas?

 

Obviamente, no es igual un dogo que un chihuahua… el tamaño y la edad determinan diferentes necesidades nutricionales marcadas por los diferentes ritmos de crecimiento y envejecimiento asociados al tamaño. 

 

Ya desde la etapa de cachorro se aprecian estas diferencias. Los perros de raza pequeña tienen un crecimiento intenso que se prolonga durante unos diez meses, mientras que los medianos llegan a los 12 meses. Y en las razas grandes o gigantes, el desarrollo es más pausado y puede durar hasta los 15 o 18 meses. Además, los cachorros grandes tienen mayor sensibilidad digestiva y articular y, al tener un crecimiento tan prolongado, podemos apreciar dos fases diferenciadas en su desarrollo: una primera, hasta los ocho meses, en la que se da un intenso desarrollo esquelético; y, posteriormente, una fase de mayor desarrollo muscular. Todo esto determina la necesidad de dar alimentos adaptados a los requerimientos de cada raza y en cada fase. 

 

Si hablamos de animales ya adultos, podemos colegir que tampoco tienen las mismas necesidades perros de diferentes razas. Animales de razas grandes son más propensos a sufrir patologías articulares y, sus piensos, se suplementan con condroprotectores. Los de razas pequeñas suelen tener más propensión, por ejemplo, a desarrollar sarro dental. Para minimizar estos problemas, se fabrican piensos con croquetas de forma específica para que queden pocos restos en la dentadura, con quelantes de calcio, que frenan la calcificación de la placa dental y con textura adecuada para generar un efecto cepillado. 

 

También es diferente el ritmo de envejecimiento, más rápido en razas gandes que en perros de pequeño tamaño. Los animales geriátricos precisan un mayor aporte en fibra, menos calorías, más antioxidantes… Pero hay que hacer esos aportes en momentos muy diferentes. En perros grandes o muy grandes, ya a los cinco años entran en esta categoría. Los de razas medianas, hacia los siete; y los de razas mini, no son considerados senior hasta alcanzar los ocho años. 

 

Incluso existen en el mercado piensos adaptados a las necesidades nu­tricionales específicas de determinadas razas, lo que nos da una idea de lo avanzada que puede ser la nutrición canina. 

 

Por todo lo expuesto, vemos la importancia de adaptar la alimentación del perro a su edad y raza. A mejor alimentación, mayor calidad y cantidad de vida podremos ofrecer a nuestra mascota.