Mascotas

La tos de la perrera

Conocemos como tos de la perrera a un proceso de traqueobronquitis (inflamación de la tráquea y los bronquios), que afecta a los perros y es siempre de origen infeccioso.

 

La tos de la perrera da origen a episodios de tos seca, áspera, persistente y, generalmente, no productiva. Es muy común la fiebre, apatía, anorexia (por molestias al tragar) y secreción nasal.

A diferencia de otras enfermedades, no hay un patógeno exclusivo causante de la tos de perrera. Además, hay factores predisponentes entre los que podemos destacar el tiempo. Así, si bien se diagnostica durante todo el año, es en primavera y otoño cuando se concentran la mayoría de los casos. Se debe a los cambios bruscos de temperatura, las lluvias, la etapa de muda… Otro factor predisponente es el estrés debido al descenso de las defensas.

También es más frecuente en perros de colectividades que en animales que viven solos, ya que la transmisión se produce a través de las de las partículas que expulsan al toser y estornudar. Es una enfermedad muy contagiosa, así que si se produce un brote en una residencia, perrera, o parque donde se juntan animales, es muy probable que muchos perros enfermen. Afecta a todos por igual, independientemente de su raza, edad y sexo.

Pronóstico y tratamiento

El pronóstico suele ser bueno si se trata de forma temprana para que no existan complicaciones. El tiempo de recuperación es variable, pero no podemos dar por curado a nuestro perro hasta que la tos ha remitido por completo.

El tratamiento va dirigido a controlar los síntomas y eliminar las bacterias responsables del proceso. Empleamos antibióticos, antiinflamatorios y antitusígenos. Pero, aparte del tratamiento farmacológico, es muy importante que nuestro animal haga reposo para evitar jadeos, que resecarán laringe y tráquea, retrasando la curación. Otra buena medida sería estimular a nuestro perro para que beba en abundancia y mantener así una hidratación adecuada.

Existen vacunas específicas para esta patología, tanto en su forma vírica como en su forma bacteriana, cuyo empleo es muy interesante. En muchas residencias, incluso, es obligatorio que la tengan aplicada los animales que se alojan en ellas para evitar brotes de esta enfermedad. Sin duda es una vacuna altamente recomendable.