El alcalde de Boadilla, Antonio González Terol, ha visitado esta mañana las obras e instalaciones del futuro centro deportivo BeOne Boadilla, en al calle Luigi Boccherini, próximo a la rotonda de Alfredo Krauss y el colegio Teresa Berganza.
La empresa que desde el pasado 12 de diciembre está a cargo de esta concesión administrativa (Serviocio), está realizando las obras de remodelación necesarias del complejo. Un polideportivo que llevaba casi once años parado, que ha sufrido distintos actos de vandalismo, y en el que prevé invertir hasta su puesta en marcha más de un millón de euros.
El nuevo centro se convertirá en una de las instalaciones deporivos más grandes y modernas gestionadas por Serviocio/BeOne en España. La instalación contará con 700 m2 de sala de fitness, 6 salas de actividades dirigidas (una para ciclo indoor), 250 clases dirigidas a la semana, 2 piscinas (fitness acuático y nado-aprendizaje), zona de spa, pabellón polideportivo, 4 pistas de pádel y zona de cross-fit con material específico.
Habrá también espacios, actividades y escuelas diseñadas especialmente para los niños (artes marciales, actividades acuáticas, padel...), además de una ludoteca.
El complejo dispondrá además de un área de salud (con servicio de fisioterapia) y otra comercial anexa. Cuenta para ello con 140 plazas de aparcamiento.
Durante el recorrido por la instalación, el director de BeOne Boadilla, Aurelio Aragones, habló del modelo de gestión del centro, basado en una gran oferta de actividades dirigidas, una atención al socio personalizada y la puesta en marcha de nuevos servicios como la asesoría deportiva o la App BeOne, una aplicación para dispositivos móviles que ayudará a los usuarios a conseguir sus objetivos deportivos.
La empresa dará trabajo a 40 profesionales. Tiene previsto abrir sus puertas a finales de abril y acaba de habilitar un servicio de información móvil desde hoy, ubicado en al rotonda de la avenida de Siglo XXI con la avenida del Infante Don Luis.
Doce años después...
El Grupo Serviocio se ha hecho cargo de la instalación y gestión de este centro deportivo después de que el Ayuntamiento aprobara a su favor el traspaso del contrato de concesión de la actividad que en 2005 se realizó a Trapsa, subrogada después en Fitness Boadilla.
La construcción de la infraestructura quedó paralizada por incumplimientos contractuales de las empresas, la última de las cuales se declaró en 2014 en concurso de acreedores. La concesión administrativa actual tendrá una duración de 40 años.
Doce años después, por tanto, verá la luz un proyecto que podrá dar servicio a unos 7.000 vecinos y que contará con 17.000 m2 dedicados al deporte.