Siempre se ha caracterizado por ser un buen estudiante, pero de un tiempo a esta parte, se ha superado a sí mismo. Tras la buena media obtenida en cuarto de la ESO, decidió presentarse al examen que organiza la Comunidad de Madrid para las 25 mejores notas. Quedó en el puesto 18, con un premio de 1.000 euros y un viaje a Roma.
No contento con esto, se presentó también al examen nacional, donde le premiaron como uno de los 15 mejores estudiantes de España (y otros 1.000 euros de recompensa). Todo un logro digno de destacar.
Pero tras hablar un rato con Álvaro, nos damos cuenta de que efectivamente no es un chico normal. Sus intereses y sueños van más allá de lo académico. Con sus buenas notas, sabiendo que a este ritmo podría entrar en la carrera y universidad que quisiera, nos revela que lo que realmente le gustaría es “ser carpintero. Prefiero dedicarme a un trabajo que me llene y me haga feliz, como este”, nos cuenta con su amplia sonrisa.
Confiesa no tener una formula mágica para sus resultados. “Normalmente estoy atento en clase, y ya con eso tengo mucho ganado. También soy muy metódico y me gusta tener tiempo para mis cosas, así que me organizo bien”. Le encanta practicar freestyle futbol (hacer trucos con un balón de futbol), a lo que dedica un ratito diario (siempre lleva un balón) y otro a salir con sus amigos.
Su próximo objetivo: realizar una prueba similar a la que ha superado ahora pero dirigida a alumnos de segundo de bachillerato. Pues suerte (aunque tampoco le va a hacer mucha falta).